La investigadora reconoce que resulta difícil trasladar a este sistema las palabras referidas a sentimientos, dada su ambigüedad. “Se puede expresar la felicidad con una cara sonriente, pero con otras como ‘sorprendente’ es más complicado”, detalla. Para superar estas dificultades, los expertos de la UJA realizan tareas de desambiguación, es decir, de incorporar el contexto, en el propio texto. Primero, detectan las metáforas y se sustituyen por expresiones más sencillas. “Por ejemplo, si aparece ‘estaba lloviendo a cántaros’, el sistema la sustituye por estaba lloviendo mucho”, expone.
La aplicación se desarrollará en tres idiomas: inglés, español y búlgaro. “Las pruebas en todas las lenguas se realizarán tanto con adultos como con niños autistas, aunque también sirve para cualquier usuario con dificultad lectora o para aprender un idioma”, resume Martín.
El proyecto FIRST conjuga dos facetas: la tecnología y la mejora de la calidad de vida de las personas con autismo. En el lado tecnológico, se desarrollarán aplicaciones en procesamiento del lenguaje natural que sean capaces de tratar un texto cualquiera (un libro, una revista, documentos de la web…) para romper cualquier posible complejidad que incluya (metáforas, texto figurado, ironía…) y obtener otro documento que sea más fácil de leer por personas con dificultades de comprensión lectora.
Por otra parte, el segundo gran objetivo del proyecto FIRST consiste en la evaluación del impacto que tiene en las personas con autismo la aplicación de esas tecnologías. Por este motivo, el proyecto, que finalizará en 2014, incluye socios tecnológicos y otros relacionados con el ámbito médico.