Actualmente, existe una multitud de pavimentos en el mercado, cada uno con distintas características y particularidades. Al diseñar un espacio público, es esencial hacerse las preguntas correctas para definir las materialidades según los requerimientos y funciones de cada una de sus partes. Para comenzar, ¿dónde se instalará el piso? (área protegida / expuesta / mojada / húmeda) ¿a qué nivel de tráfico estará sujeto? (tráfico ligero / moderado / alto) ¿qué tipo de flujo recibirá el piso? (peatones, bicicletas, vehículos ligeros, vehículos pesados) ¿cuál es la imagen que se quiere proyectar, considerando las preexistencias?
A partir de estas preguntas, es posible trazar un perfil más preciso y efectivo en relación a la "resistencia a la abrasión" del piso, factor fundamental para garantizar la durabilidad y eficiencia del material. Luego, se suman los factores estéticos, funcionales, económicos, y sostenibles.