Estudiantes de arquitectura de España y Portugal están invitados a participar en la 30ª edición de un certamen que organiza la empresa Pladur, dotado con un primer premio de 6.000 euros.
18 oct 2019
Estudiantes de arquitectura de España y Portugal están invitados a participar en la 30ª edición de un certamen que organiza la empresa Pladur, dotado con un primer premio de 6.000 euros.
17 oct 2019
Una escuela completamente eficiente, sostenible y con un impacto medioambiental prácticamente nulo, es lo que han conseguido Gradolí & Sanz arquitectes, un estudio cuyo enfoque característico es la arquitectura bioclimática.
15 oct 2019
Incorporar
materiales, colores y texturas para aportar carácter y calidez fueron las
claves a la hora de proyectar el diseño interior de esta casa de 600 metros
cuadrados, ubicada en uno de los barrios de Nordelta, en Tigre. La obra estuvo
a cargo de la arquitecta Viviana Melamed.
“Cuando vi la
casa me impactó que se tratara de una caja blanca, muy clara y súper luminosa
(tanto por la doble, casi triple, altura de las aberturas como por las
claraboyas). A partir de esta primera impresión y trabajando con sus dueños
(una pareja joven conformada por un ingeniero y una arquitecta), acordamos
realizar algunas intervenciones tanto en las paredes como en el mobiliario”,
recuerda Melamed.
14 oct 2019
Este hotel se construye en una de las manzanas de la trama urbana ortogonal del tradicional barrio el Poblado en Medellín. La nueva construcción completa la manzana y la perfora, permitiendo el paso peatonal, creando un parque interno y nuevos espacios semipúblicos: pasaje, escaleras, patio, tribuna, mezanine, tarimas, terrazas y esquina cubierta. El edificio en sí mismo es una travesía urbana con varios accesos, rodeada de vegetación selvática y nativa, con una configuración permeable. Este edificio está pensado para que la vida cotidiana de la ciudad conviva con las actividades del hotel y sus usuarios. Se ha concebido como un centro de eventos diversos y un epicentro cultural que busca fomentar las industrias creativas locales a través del arte, eventos gastronómicos, ferias, conciertos, teatro, vida nocturna y diversos tipos de recreación. La vida del hotel y de la ciudad deben mezclarse y ser complementarias.
Lo primero que se ve al acercarse a Casa Volta son tres bóvedas de ladrillo flotando en medio de la densa vegetación de la costa Oaxaqueña. Tal vez un espejismo provocado por el calor profuso y húmedo de la zona. Después, siguiendo una pequeña vereda, uno se sumerge entre lo verde y las bóvedas desaparecen. La sorpresa mayor es cuando, de pronto, se abre un pequeño claro y aparece una pequeña banca junto a un largo estanque de agua flanqueado en ambos lados por pórticos de columnas rectangulares que se reflejan en él. Da la impresión de haber llegado a un templo clásico abandonado.
La casa tiene un orden riguroso, kahniano, es una planta rectangular subdividida en seis espacios también rectangulares donde se alternan tres patios y tres espacios techados por las bóvedas. En dos de ellos se ubican las habitaciones con sus baños que se abren y cierran mediante puertas de madera y carrizo; el tercero, completamente abierto, se encuentran las áreas de estar, comer y cocinar. Y al centro, el agua, como una presencia constante, como un recordatorio de la cercanía del mar, que aunque no se ve desde aquí, se encuentra a escasos 100 metros de distancia.
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