El templo gótico de Palencia estrena un sistema con 130 sensores que alertan de deterioros
Un pequeño ejército se ha desplegado dentro de la catedral de Palencia. Distribuidos estratégicamente entre sus esquinas, en la cubierta, en grietas, detrás del retablo mayor, en las capillas, el archivo, la cripta… son unos 130 dispositivos inalámbricos, de color negro, la mayoría del tamaño de una cajetilla de tabaco y que no son percibidos por los pocos grupos de visitantes del templo en una mañana ventosa fuera y fría dentro.
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