Carlos Monsiváis fue dos veces becario del Centro Mexicano de Escritores (CME). En ese espacio de formación de literatos donde Juan Rulfo terminó de escribir “Pedro Páramo” y “El llano en llamas”, Vicente Leñero construyó “Los albañiles” y Juan García Ponce puso punto final a “La casa en la playa”, Monsiváis fue becado para trabajar tres libros de ensayos; sin embargo, ninguno de esos trabajos vio la luz durante su estancia en el CME.
Monsiváis quiso con ese par de becas tener tiempo y holgura económica para escribir tres obras ensayísticas: una sobre la historia de las ideas en México; otra sobre la generación de Los Contemporáneos: Jorge Cuesta, José Gorostiza, Xavier Villaurrutia, Carlos Pellicer; y una más de los subgéneros literarios: western, horror, novela rosa, cuento de hadas y cómic.
A dos años de su muerte -que se cumplen mañana-, revisamos el expediente de Carlos Monsiváis en el Centro Mexicano de Escritores; allí, entre notas periodísticas que dan cuenta de su ascenso como intelectual vital de la sociedad mexicana, de su conciencia luminosa y su ejercicio en diarios y revistas de circulación nacional, están las propuestas que hizo el cronista y ensayista mexicano nacido el 4 de mayo de 1938, para acceder a las becas, también están los contratos y diversos documentos sobre su paso por ese espacio que durante más de cinco décadas fue el epicentro de la literatura mexicana de la última mitad del siglo XX.
Se trataba desde entonces de un hombre con una vitalidad a toda prueba y en esa vitalidad una enorme capacidad creativa que lo hacía moverse en muchos planos y variadísimos proyectos; en ese momento lo mismo ejercía el periodismo en revistas, diarios y en la radio, que dictaba conferencias, editaba, daba clases y por supuesto escribía libros y concursaba para becas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario