Si el arquitecto y escritor John Cary pudiera hacer lo que desea,
las mujeres nunca más necesitarían esperar en largas filas sin sentido para
entrar al baño. Cosas como esta son representativas de un problema más grave,
como dice Cary: la falta de diversidad en el diseño que lleva a lugares
desconsiderados y sin compasión. El diseño tiene una capacidad única para
dignificar y hacer que las personas se sientan valoradas, respetadas, honradas
y vistas, pero el reverso de la moneda también es cierto. Cary llama a los
arquitectos y diseñadores a expandir sus rangos y comprometerse a servir al
bien común, no sólo unos pocos privilegiados. "Los lugares bien diseñados
no son solo una cuestión de espacio o de estética", indica.
"Literalmente moldean nuestras ideas de quiénes somos en el mundo y qué
merecemos". Y todos merecemos algo mejor.
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2 comentarios:
Hermosa construcción, y cuanto más para dignificar a cada ser humano, todos nos merecemos ser tratados con respeto, y en la arquitectura esto se debe reflejar. UN GRAN DISEÑO.
Excelente!!
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