La idea consiste en en aprovechar la capacidad de estos insectos para crear una envolvente interior del edificio y que éste posea un ciclo de construcción natural, de modo que los huevos de estos gusanos den lugar a la nueva generación de constructores.
Pero el diseño no se ha dejado a voluntad de los insectos sino que ha sido un ordenador el que a partir del calculo a través de algoritmos del proceso de construcción de los gusanos de seda ha diseñado la lámpara final.
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