La Vivienda Bitxo, en la sierra catalana de Queralt, es la prolongación de un accidente geográfico, una quebrada que cristaliza en concreto y ladrillo. Obra del estudio de arquitectura Lagula, nació a partir de una estructura de concreto potente, para luego ir añadiendo progresivamente una celosía de ladrillo, machones de obra y carpinterías a un lado y porticones al otro.
El proyecto procura capturar la recurrente luz del atardecer bajo una cubierta, de faldón único e inclinada para no ofender a las autoridades locales ávidas de teja árabe color tradicional y, a la vez, arrodillarse dignamente hacia la calle, perturbando lo mínimo al transeúnte y acumulando el volumen hacia el jardín. Crece la vivienda hacia atrás, cubriéndose graciosamente según la traza descubierta. Una espiral configura el edificio y reconoce la orografía del terreno.
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