En el Centro Histórico no son pocos los negocios, grandes y pequeños, que ya son centenarios. Guardan parte de la memoria de la ciudad y aún hoy son una referencia en la urbe
Un día de 1992, en uno de sus recorridos por el Centro Histórico de la ciudad de México, el escritor colombiano Gabriel García Márquez visitó en la calle de Jesús María 112, en el barrio de la Merced, la tienda de artesanías La Zamorana, fundada en 1861 como tlapalería.
Cuentan que al adentrarse en este universo de artículos para fiestas, como papel picado, campanas, banderas, festones, escudos, estandartes, máscaras de cartonería, marionetas, bigotes, maquillajes y cientos de materiales coloridos, el Nobel de Literatura quedó tan sorprendido que la describió como "la tienda de las maravillas". Hoy, ese local ostenta en su fachada un letrero que hace referencia a la frase del autor de Cien años de soledad: "La Zamorana, tienda de maravillas S. A. de C. V".
Así como esta antigua tlapalería, en el Centro Histórico, existen diversos comercios que han alcanzado los cien años de vida y que por el encanto de sus anécdotas, por la historia que han desarrollado a su alrededor, por el significado histórico o artístico de los edificios que ocupan, o por la particularidad de los productos que comercializan, forman parte de la memoria de esta gran urbe.
Estos antiguos establecimientos hacen del centro de la capital un espacio vivo y, junto con las fiestas tradicionales, la gastronomía, las leyendas y celebraciones cívicas, enriquecen el inmenso patrimonio cultural inmaterial que existe en esta área de monumentos históricos y artísticos considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
"Afortunadamente hay algunos con mucha antigüedad que siguen. Son parte de nuestra tradición, de nuestra identidad, todos tienen historias que contar, nosotros tenemos recuerdos", apunta el cronista Amador Bernal, en cuyas añoranzas infantiles se asoman escenas en la Dulcería Celaya, fundada en 1874, y en la Cerería La Soledad, creada en 1894, donde los habitantes de la ciudad se proveían de velas para alumbrar sus hogares.
Testigos de la transformación de esta gran ciudad, hoy aún sobreviven decenas de establecimientos centenarios. Recién puesta en circulación. La guía de comercios centenarios, publicada por el Fideicomiso y la Autoridad del Centro Histórico, en lista más de 40 comercios que han logrado o están a punto de cumplir un siglo.
Cantinas, comedores, dulcerías, panaderías, librerías, ferreterías, talabarterías, almacenes especializados en diversos productos, grandes y pequeños, elegantes y modestos, para todos los gustos y bolsillos, estos establecimientos son por sí solos una fuente histórica y documental. En sus anécdotas o archivos personales abundan los relatos, materiales y hasta objetos de importancia histórica.
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