En este marco se encuadra la investigación sobre las estructuras de hormigón de doble curvatura o cáscaras, las que corresponden a formas estructuralmente mas eficientes y arquitectónicamente mas fluidas, ya que permiten redimir y reducir el uso del hormigón que, para su elaboración, necesita del cemento, un material que consume gran cantidad de energía en su elaboración.
La mayor dificultad técnica en la producción convencional de estas estructuras se encuentra en la elaboración de sus complejos moldes, que se asimilan más a la construcción de embarcaciones y fuselajes. Sin embargo estas formas de complejas geometrías pueden ser producidas fácilmente con sencillos y económicos moldes textiles, suspendidos estratégicamente para generar diversas configuraciones estructurales.
Siendo la naturaleza del hormigón durante sus primeras horas fluida y húmeda, se hace posible vislumbrar nuevas formas en el uso de este material a través de los moldes textiles. La fluidez del hormigón es revelada por la flexibilidad de las membranas textiles
La utilización de moldajes textiles en la producción de hormigón es una técnica en continuo crecimiento; el interés de artistas, arquitectos , ingenieros y constructores alrededor todo el mundo da cuenta de su valor. Así lo demuestra la segunda conferencia de moldajes flexibles a realizarse el próximo año en Inglaterra.
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