Esta obra tiene una única fachada, al frente, compuesta por dos planos, uno todo vidriado, que permite unas visuales completas del paisaje urbano y una gran entrada de luz y otro, una pantalla de cañas de bambú que regula el clima, la intimidad y la seguridad. Entre ambos se conforma una zona buffer, que cualifica el espacio interior, con sus sombras.
La pantalla de cañas incide directamente sobre la calidad medioambiental tanto dentro como fuera del edificio. Protegen el interior del sol, pero además incorpora una cualidad natural a la obra de arquitectura.
La pantalla de cañas incide directamente sobre la calidad medioambiental tanto dentro como fuera del edificio. Protegen el interior del sol, pero además incorpora una cualidad natural a la obra de arquitectura.