La prisión como manifestación arquitectónica se ve atravesada por un dilema de visibilidad. En principio, como construcciones de disciplina y de castigo, la vigilancia es una exigencia operativa, un imperativo funcional desde el punto de vista del diseño arquitectónico. El panóptico es quizás el modelo más conocido. Funciona como una metáfora que comprende toda relación entre prisión y visión, inclusive cuando la arquitectura de muchas prisiones no parta de la estructura centralizada de Bentham. Lo anterior se debe a que desde la perspectiva del diseño, el panóptico aspira a la vigilancia total, la omnivisión sobre el acontecer dentro de la prisión que, en teoría, es condición primera para cualquier administración carcelaria, sin importar su sede.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario